Del billete a la moneda virtual

Llevar efectivo en el bolsillo podría ser una curiosidad, si los nuevos medios de pago basados en tecnología logran masificarse.

Hay gente que casi nunca toca con sus manos un billete o una moneda, a pesar de contar con los recursos financieros suficientes para la vida diaria. Se trata de personas que aprovechan a fondo la evolución a la que han llegado los medios de pago en la economía actual. De hecho, el Banco Central de Dinamarca dejó de emitir billetes y monedas desde 2013 y hay iniciativas parlamentarias para prohibir en breve el uso de efectivo en tiendas y restaurantes. Ese país se siente listo para saltar completamente a los medios de pago virtuales. Su vecino Suecia prepara pasos similares y un estudio reciente del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE) se aventuró a estimar que en 2030 todos los pagos deberán realizarse mediante dispositivos móviles. Mario Mello, director de PayPal para América Latina, cree que “en un mundo en donde 2.500 millones de personas no tienen servicios bancarios y que, por el contrario, pueden acceder fácilmente a un teléfono móvil, este pronóstico tiene sentido”.

¿Se acerca el final de una historia de casi tres milenios de uso de monedas y billetes en todo el mundo? Mello cree que sí. En su opinión, a los Estados debería interesarles la eliminación del dinero físico porque éste permite la evasión fiscal. Se dice que el gobierno norteamericano pierde anualmente 100 millones de dólares en impuestos por pagos en dinero efectivo que no son reportados. Adicionalmente, el director de PayPal señala la ventaja ecológica de los pagos mediante medios virtuales y hasta señala el “carácter poco higiénico” del papel moneda, el cual pasa por miles de manos y lugares durante su ciclo de vida. En el otro lado, Jorge Arenas, gerente de NCR en Colombia, fabricante de Cajeros Automáticos, opina lo contrario. “El efectivo no se acaba por tres razones: los negocios ilegales requieren efectivo; hay una gran parte de la población mundial no bancarizada y un segmento importante de trabajadores informales, que requieren el efectivo en su vida diaria”. La realidad es que, a pesar de las tendencias en Dinamarca y Suecia, en general en Europa la emisión de efectivo crece a una tasa del 7 por ciento anual.

El primer cajero en la historia fue instalado en 1967 en Londres, en una sucursal del Barclays Bank, y desde aquel momento se dio inicio a una transformación tecnológica del dinero, que nos tiene hoy frente a las billeteras virtuales y los pagos desde teléfono móvil, para mencionar solo dos de las novedades. La compañía NCR instaló en nuestro país los primeros cajeros automático en 1975, para el Banco de Colombia. Dispensaban una suma máxima diaria de 2.000 pesos y los clientes del banco utilizaban la tarjeta débito “7-24”, con la que los colombianos se estrenaron en el mundo del dinero plástico. En la actualidad hay 14.500 cajeros automáticos en suelo colombiano y más de 250.000 POS (que es como se llaman realmente los populares “datafonos”).

Tres de cada cinco comerciantes minoristas colombianos han incorporado ya las tarjetas como medio de pago aceptado, según un estudio de Tecnocom. El mismo estudio revela que en el país las compras con tarjetas débito aumentaron 15.8 por ciento desde 2014.

Las tres tendencias más fuertes de crecimiento en el país en esta materia son las trasferencias electrónicas, las billeteras móviles y el comercio electrónico. Este última muestra un verdadero auge. El 76 por ciento de los colombianos que se conectan a Internet también hace compras en línea, y el volumen de transacciones electrónicas en Colombia alcanzó el año pasado los 49 millones, por valor de 16.329 millones de dólares. Un estudio de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico calcula en 4.08 por ciento del PIB el valor de las transacciones electrónicas.

Los medios de pago han evolucionado hasta llegar hoy a la tecnología NFC, que permite pagar con solo acercar el teléfono móvil a un dispositivo de pago en una tienda. Aval Play y Vlip son dos de las varias opciones de pagos de este tipo disponibles en el país, pero las opciones de pagos electrónicos son enormes: Botones de pago de Visa, pagos a través de PayPal en tiendas virtuales o a través de pasarelas de pago como PayU y otras.

Publicado originalmente en SEMANA, edición 1.800, 2016

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