La delicia de trabajar en casa

El teletrabajo hace sus primeros pinitos en el país. 287 empresas han adoptado esta estrategia para mejorar la productividad y ayudar a la descongestión de las ciudades.

Zahida Ramos es empleada de tiempo completo de la Cámara de Comercio de Bogotá. Allí trabaja en el área de diseño gráfico y para llegar a la oficina debe tomar el transporte público desde su casa en la calle 153, al norte de la ciudad, hasta la sede de la Cámara en la calle 26 con avenida 68. Alrededor de 90 minutos en la congestionada mañana bogotana y un poco más al regreso en la tarde. Pero no todos los días. Ella teletrabaja los miércoles y los jueves, gracias a un acuerdo con la empresa suscrito el año pasado, y su vida – lo dice transpirando alegría – cambió desde entonces. Son dos días en los que se quita de encima “el corre corre” de cada mañana para dejar la casa lista antes de salir, el paso apurado hasta la estación de Transmilenio y las casi cuatro horas diarias destinadas a desplazarse entre el abrumador tráfico de la ciudad. Hay 150 compañeros suyos que también migraron a la deliciosa modalidad de trabajar en casa durante dos o tres días cada semana. Los directivos de la Cámara de Comercio están felices. “La productividad de estos empleados aumentó 99 por ciento, según nuestras mediciones a junio de 2016”, informa Melissa Shutt, gerente de Recursos Humanos y responsable de la implementación de la política de Teletrabajo de la organización.

Para el gobierno el Teletrabajo es un asunto estratégico. Incrementa la productividad; mejora la calidad de vida y la satisfacción de los trabajadores; permite incluir a sectores de población tradicionalmente marginados del mundo laboral formal – como discapacitados y reclusos, por ejemplo – y especialmente contribuye a la salud ambiental de las ciudades y a reducir el alarmante problema de la movilidad. “Si lográramos que la mitad los bogotanos trabajen dos o tres días a la semana durante un año, reduciríamos la huella de carbono equivalente a 25.200 hectáreas de bosque, más o menos 223 veces el parque Simón Bolívar”, explica Adriana Correa, directora de apropiación de tecnologías de comunicación del ministerio de TIC. Desde su cargo, Adriana Correa ha logrado que 287 empresas suscriban el Pacto de Teletrabajo, mediante el cual las organizaciones participantes reciben asesoría técnica para adoptar esta modalidad y preparar a sus empleados de tal manera que trabajar desde casa sea una gran solución y no un problema nuevo del mundo laboral.

No es una moda. Un estudio de Citrix encontró que en nuestro país el 69 por ciento de las empresas se considera móvil en alguna medida, esto es, que tiene capacidad para que sus empleados – al menos algunos de ellos – accedan a la información corporativa desde cualquier lugar. “La tecnología actual permite entregarle a cualquier empleado las aplicaciones para que realice el trabajo de oficina desde cualquier lugar y desde cualquier dispositivo”, sostiene Juan Pablo Villegas, gerente de Citrix en Colombia.

Villegas insiste en que casi cualquier puesto de trabajo puede ser “movilizado”, es decir, migrado a plataformas para trabajar lejos de la oficina. “Un cierre contable puede hacerse desde la casa”, dice. E incluye en la lista también a los empleados de atención al cliente. “La mayoría de aplicaciones de las industrias y negocios son virtualizables”, agrega. Virtualización es la palabra clave desde el punto de vista tecnológico. En el computador de la casa o en una tableta, el empleado tiene acceso a un “escritorio virtual” instalado por la compañía, en el que encuentra las mismas herramientas que hallaría en su oficina, por supuesto con las debidas capas de seguridad en el acceso para proteger la información de la empresa. Citrix ha virtualizado los escritorios de centenares de empleados en Mapfre, Coomeva, Seguros del Estado y la Universidad Javeriana, entre otras organizaciones.

En el Pacto de Teletrabajo de MinTIC figuran compañías como Bancolombia, Nutresa, Argos, y todas las grandes multinacionales, como Microsoft y Google, entre otras. En el sector público se destacan la Alcaldía de Medellín, Planeación Nacional, el IDU de Bogotá y algunos ministerios. Las 287 empresas vinculadas al pacto han enviado a trabajar desde casa a 55 mil empleados, pero la meta es que la cifra supere los 120.000 en los próximos dos años. Es poco todavía para el tamaño de la economía colombiana. Las cifras oficiales en Argentina, cuya población es similar a la de Colombia, es de casi dos millones de teletrabajadores, pero las estadísticas en Colombia se refieren solo a los empleados de planta que teletrabajan y no incluye a los independientes ni consultores, que de por sí trabajan desde la casa o desde la movilidad.

En realidad no es complicado adoptar el teletrabajo. De hecho, en la dramática crisis de movilidad en las grandes ciudades colombianas, parece increíble que la tasa de adopción del teletrabajo sea tan baja. A pesar de la posibilidad abierta y voluntaria de trabajar en casa un par de días a la semana, hay muchos empleados que prefieren llegar cada mañana a la oficina. La principal barrera a vencer es el consabido vicio de los jefes de creer que el subalterno es más productivo cuanto más tiempo permanezca sentado frente a su escritorio. “Al comienzo notamos el temor de los jefes a perder control sobre los subalternos, pero después de dos años los resultados mismos hacen que los jefes cambien su percepción”, explica Melissa Schutt. Numerosos estudios demuestran que se es más productivo en casa, al menos en un 23 por ciento. ZahidaRamos realiza tareas complejas y especialmente creativas, como diseñadora Web. “En casa me puedo enfocar en tareas más técnicas, como el código, que requiere mayor concentración”, dice. Adicionalmente durante los dos días que teletrabaja no necesita pedir apoyo a nadie para recoger a su pequeña hija en la ruta escolar. Lina Cano, teletrabajadora de Nutresa, dice que “es un regalo que se da a los empleados y que garantiza fidelidad, efectividad y concentración“. Desde el otro lado, el de la empresa, la percepción positiva es la misma. “Nos ha dado excelentes resultados”, confirma la líder de la estrategia de teletrabajo de Nutresa, Luisa Fernanda Ramírez.

Pero quizás el mayor impacto sea ambiental. Una app disponible en el sitio www. teletrabajo.gov.co permite calcular la huella de carbono de un trabajador que se moviliza a diario hasta la oficina. Por los desplazamientos diarios durante un año se deberían plantar 1,3 hectáreas de bosque; el consumo aproximado de combustible es de 282 galones en doce meses; y gasta en total 35 días del año transportándose. Motivos suficientes para disfrutar el trabajo en casa.

Publicado originalmente en SEMANA, edición 1.793, mayo de 2016

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