El problema de apropiación digital en América Latina no es tecnológico, sino económico, político y social.

Los datos son preocupantes: 45 millones de latinoamericanos habitan zonas sin cobertura de telecomunicaciones. Y otros 181 millones viven en áreas cubiertas, pero no gozan de servicios de Internet móvil, porque sus ingresos no o permiten y porque carecen de las habilidades digitales necesarias para aprovechar las tecnologías.

El Segundo Encuentro por la Inclusión Digital de América Latina, que tuvo lugar el pasado 21 de octubre en Bogotá, encendió las alarmas. El futuro de las sociedades latinoamericanas está comprometido, a menos que se logre una reducción importante de las brechas digitales.

¡Un momento! ¿Solo las brechas digitales? “Tenemos un gran problema de inclusión, sin apellidos, en América Latina. Esta es una de las zonas más desiguales del mundo. La realidad de los ricos es muy distinta de la realidad de los pobres y eso se traslada también al ámbito digital”, afirma José Juan Haro, director de negocios mayorista y asuntos públicos en Telefónica Hispanoamérica.

“La sociedad del futuro es una sociedad digital y si no somos capaces de garantizar acceso para todos, corrednos el riesgo de que s profundicen las desigualdades”, agrega el especialista de Telefónica Hispanoamérica

Durante el evento – convocado por el Banco BID, CAF, Internet para todos y Telefónica – se fortaleció la idea de que no estamos ante un problema tecnológico, sino económico y político. Es claro que será positivo el despliegue de más redes y la ampliación de la cobertura. Pero la esencia del problema parece estar en el factor humano. “El principal reto de la inclusión digital es el capital humano”, dice Haro.

La brecha de conectividad claramente se ha reducido en los últimos diez años, y en la actualidad, de los 600 millones de personas que habitan en Latinoamérica, 550 viven en sitios en donde hay conectividad, con voz y datos.

Los expertos que participaron en las conversaciones en Bogotá coincidieron en señalar que enfoque integral del problema es necesario. Cobertura, más habilidades, más recursos para utilizar las tecnologías, es la ecuación recomendada. Porque la brecha de cobertura no es tan grave, 4 por ciento, según datos de GSMA, pero la de uso y apropiación sí que loes: 36 por ciento, según la misma fuente.

“La Inclusión Digital no es un reto tecnológico, no se trata de colocar más redes en la región, aunque es necesario hacerlo, no se trata de incorporar las tecnologías más avanzadas; es un reto humano; porque supone empatizar con el excluido, entender el problema que enfrenta, para dimensionar el tamaño del desafío que supone y ofrecer soluciones entendiendo lo que mueve a la gente”, agregó José Juan Haro.