Hambrientos de datos
Los colombianos hablan cada vez menos, pero consumen cada vez más servicios de Internet y video en el teléfono móvil.
Manolo es cliente de un operador de telefonía móvil que no ha hecho una sola llamada en los últimos tres meses. Y casi no ha recibido ninguna, porque en su círculo social todos son como él: hablan a través de Whatsapp con ese sistema tipo Walkie-Talkie que desapareció hace una década y fue resucitado por la afición de los millenials al chat y a las redes sociales. A Manolo no le importa que cada megabit de datos sea más costoso que un minuto de voz, ni que sea más fluido conversar en tiempo real que por turnos, como se hace en Whatsapp. Y ha tocado un par de veces un computador en el último mes, porque todo lo hace desde el teléfono: los partidos, The Walking Dead, el muro de Facebook y todos los demás ingredientes de su dieta digital. Es el nuevo perfil del usuario colombiano, que pide a su operador planes de datos cada vez más robustos.
Y en abril de este año, los operadores más grandes comenzaron el despliegue de la tecnología 4.5 G, para satisfacer el voraz apetito de datos del público. Claro ya tiene 199 municipios, con 24 ciudades capitales en los que en algún área se puede navegar a la impresionante velocidad de 280 megabits por segundo. Movistar instaló su red 4.5 G en 128 municipios y serán 162 al finalizar el presente año. En 2018 toda la cobertura 4G actual habrá sido mejorada a 4.5 G. TigoUne por ahora está apenas en Bogotá, pero ya comenzó el despliegue del servicio en otras ciudades del país.
La tecnología 4.5 G es un avance sobre las actuales redes de cuarta generación. Técnicamente se conoce como LTE Advanced y básicamente mejora la velocidad de la transmisión de datos, lo que permite al usuario disfrutar con fluidez el streaming de video y audio, es decir, la recepción de películas o música en línea, que son los servicios de entretenimiento más populares en la actualidad en todo el mundo. Conectarse a redes 4.5 no requiere ni cambiar la Sim card ni contratar ningún paquete nuevo con el operador móvil, pero el usuario debe disponer de un teléfono con capacidades para este tipo de redes. De momento, en el país solo pueden hacerlo los Samsung Galaxy S8, S9 y Note 8, iPhone 6s, 7, 8 y X, los teléfonos Sony XZ, XZ1, XA1, XA1 Ultra, XA1 Plus y los Huawei Mate 10 Pro y P20.
El uso de los datos es variado y los nuevos hábitos de entretenimiento exigen cada vez más ancho de banda móvil. Un cálculo de TigoUne indica que ver un partido de la Copa Mundial requiere entre 1.200 y 1.400 Megabits en un teléfono con imagen de alta calidad. Si la transmisión es recibida en baja resolución, el consumo de datos será de entre 600 y 700 megas. TigoUne estima que el consumo de datos durante el mes del Mundial se incrementa en el país alrededor del 30 por ciento.
Los clientes de Telefónica Movistar gastan la mayoría de su plan de datos en las redes sociales. Según cifras de la compañía, sus clientes consumen en promedio 3 gigas mensuales, y las preferencias son, en su orden: Facebook, Youtube, navegación Web, Whatsapp e Instagram. En el caso de Claro, sus clientes gastan los datos así: 33 por ciento usan el móvil para streaming de audio, 32 por ciento en navegación web, 24 por ciento en aplicaciones de video, siendo Youtube la más relevante y 11 por ciento en redes sociales, juegos y otras apps.
La voz sobrevive
Los servicios de voz decrecen rápidamente. “El diferencial más importante hoy día es la capacidad de datos”, afirma Felipe Cucalón, Chief Resourses Officer de Telefonica Movistar Colombia. La voz pierde importancia en los servicios de telecomunicaciones, especialmente en los públicos jóvenes. “Las personas entre 18 y 25 años utilizan la mensajería instantánea para voz. A partir de esa edad, las llamadas siguen siendo un elemento crucial”, informa José Luis Gómez, director de innovación de Claro.
Actualmente todos los operadores ofrecen llamadas ilimitadas a cualquier operador móvil o fijo. La diferencia entre las marcas está en los planes de datos y el empaquetamiento de servicios adicionales, como video y música por demanda, redes sociales gratis después que se acabe el plan de datos y otras ventajas.
Pero la voz, no obstante, sigue siendo utilizada. De hecho, Movistar explota su servicio de Voz sobre LTE, que permite conversaciones en alta calidad de sonido, muy superiores a la voz tradicional de cualquier llamada telefónica. Y el uso del teléfono en Colombia es más alto que, por ejemplo, en Europa. Los alemanes y los españoles utilizan su smartphone entre 100 y 110 minutos al día, mientras que los colombianos están pegados al teléfono entre 160 y 170 minutos diarios.
El reino del prepago
Con tanta afición por los datos, ¿por qué Colombia sigue siendo el país del prepago? El 80 por ciento de los usuarios de telefonía móvil están bajo la modalidad prepago, mientras en Estado Unidos, para citar un ejemplo, el prepago constituye apenas el 15 por ciento del mercado. Se explica por la forma en que ingresa el dinero al bolsillo de los colombianos. Las personas prefieren no comprometerse con un contrato fijo con un operador, sino que gastan en telefonía de la misma manera en que consiguen el dinero a diario. Es una tendencia que no ha podido ser revertida, a pesar de los planes pospago cada vez más atractivos. Pero no se puede seguir subestimando al usuario prepago, advierte Felipe Cucalón, de Telefónica Movistar. “Nosotros tenemos clientes en prepago que recargan hasta 300.000 pesos mensuales, una suma superior a nuestro más alto plan pospago”, dice el ejecutivo. De hecho, en el país la recarga al menudeo tiene una alta frecuencia. Miles de clientes recargan 2.00 pesos cada dos días. La baja tasa de bancarización es un factor que incide en la alta proporción del modelo prepago, según explica José Luis Gómez, de Claro.
El próximo negocio jugoso para los operadores de telecomunicaciones será la llamada Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés), un concepto que hace referencia al ecosistema de dispositivos electrónicos conectados en un mundo cada vez mas conectado. Electrodomésticos, rastreadores de niños y mascotas, GPS, datáfonos, sensores y una cantidad enorme de otros aparatos utilizan las redes móviles para brindar información. Telefónica Movistar tiene 500.000 dispositivos de estos conectados en el país. En Colombia este tipo de tecnologías empiezan a ganar popularidad entre las empresas. Un fondo privado de pensiones utiliza la solución de geogestión de Telefónica para administrar la fuerza de ventas mediante georreferenciación, de tal modo que pueda optimizar las rutas del personal y ganar eficiencia.
Celotor, una empresa del sector de agricultura y ganadería utiliza sensores de Claro que avisan cuando un toro monta a una vaca en celo, de tal modo que el inseminador pueda iniciar el proceso de atención reproductivo. Las probabilidades de fecundación se duplicaron con esta tecnología.
En la medida en que la “autopista” de la información se ha ampliado, los colombianos se volcaron a la vida digital. La penetración de internet es del 61.4 por ciento, con 30,3 millones de conexiones, según el más reciente reporte del MinTic. 14.1 millones de ellas se realizan a diario desde planes prepago en teléfono móviles. Todavía se habla por teléfono, desde luego, y todavía quedan 6.9 millones de las viejas líneas fijas en los hogares colombianos.
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