Por qué la banca se vuelve verde
Sostenibilidad es el término de moda hoy en el mundo corporativo. Pero esta vez no es un eslogan reputacional, sino un modelo de negocio. El concepto va en serio y eso es bueno.
A 1,6 billones de pesos llega hoy la cifra de activos bajo administración de Bancolombia en estrategias de inversión responsable, cifra que da cuenta de un interés creciente en personas y empresas que deciden llevar su dinero a fondos alineados con desafíos sociales, económicos y ambientales. Es una positiva señal para el mundo el hecho de que haya interés de invertir el dinero en negocios que sean rentables y a la vez provechosos para el planeta.Muchos bancos están migrando a este modelo y, como nunca en el pasado, están proporcionando fondos para negocios verdes. Davivienda Corredores lanzará en marzo próximo un fondo de inversión sostenible. El Banco Itaú estableció alianza con Enel X con el fin de apoyar el proceso de transición energética que ha emprendido el país. “Todo el que tenga proyectos relacionados con la producción de energía limpia puede aprovechar esta oportunidad“, dijo Jorge Alberto Villa, vicepresidente de banca mayorista de Itaú Colombia.
Después de la pandemia, el gran desafío de los humanos es reanudar la lucha contra el cambio climático. Hay que lograr, a toda costa, que el calentamiento no sobrepase 1,5 grados centígrados respecto de la temperatura que tenía el planeta en el siglo XIX. La mala noticia es que ya aumentó 1,1 grados centígrados, así que nos acercamos al límite. Para no llegar a ese temido nivel, es imperativo limitar las emisiones de CO2, bajarlas en 45% para el año 2030. Y deberá ser cero en 2050.
Telefónica recibió hace poco un crédito por 500.000 millones de pesos de parte de Bancolombia y la novedad es que el crédito está atado al cumplimiento de metas de sostenibilidad. La compañía de telecomunicaciones obtendrá una reducción de hasta 100 puntos en la tasa de interés durante el plazo del crédito si cumple sus metas sostenibles. Se trata de un modelo financiero nuevo: si ayudas a conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) pagas menos intereses. Telefónica cuenta con más de 19 millones de clientes en Colombia, así que el impacto de sus acciones de sostenibilidad es considerable. Dichas acciones incluyen desde indicadores ambientales, relacionados con la reducción de la huella de carbono, hasta indicadores de equidad de géneros.
La idea de que los bancos pudieran contribuir a un mundo más sostenible es reciente. Los bancos producen bajas emisiones de carbono, y sus actividades no calientan el planeta de manera significativa, pero pueden presionar a sus clientes grandes, como las empresas tecnológicas o de transporte, por ejemplo, para que reduzcan sus emisiones.
El mundo necesita con urgencia una economía baja en carbono, una economía verde, y aunque el ritmo de descarbonización es más lento de lo que requerimos, hay señales esperanzadoras en la industria y ahora en el sector financiero.
En el tema energético hay, desde luego, un enfoque particularmente atractivo para los negocios. Los costos de las energías limpias ya casi igualan a los de las energías tradicionales no renovables, así que se haca rentable invertir en fuentes energéticas verdes. El caso más relevante de cara a los consumidores es la transición que recién empieza en la industria automotriz. Se estima que en 2025 el costo por kilómetro recorrido con vehículo de motor eléctrico será menor costo con uno de gasolina, y no habrá razones para no migrar a los autos eléctricos.
Un informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) indica que desde 2019, al menos la mitad de las fuentes de energías renovables igualaron o son más económicas que las energías obtenidas de combustibles fósiles. En los mercados energéticos mundiales, en los que se subastan futuros, las energías renovables son cada vez más competitivas en precios frente a la energía producida en centrales eléctricas basadas en carbón. Datos de 17.000 proyectos recopilados por Irena, para la energía solar fotovoltaica los costos han registrado un descenso del 82 por ciento desde 2010, seguida de la energía solar, con un descenso del 47 por ciento, la eólica terrestre con un descenso del 39 por ciento y la eólica marina con uno 29 por ciento, según el reporte.
La Superintendencia financiera hizo recientemente un llamado a “enverdecer” el sistema financiero colombiano, es decir, integrar asuntos ambientales en el ADN de las entidades que conforman el sistema.Bancolombia planea colocar en 2022 al menos 1 billón de pesos en créditos dirigidos a la economía circular, lo que incluye iniciativas de sustitución de materias primas y prolongación de la vida útil de productos, así como actividades para la generación de energía con biomasa, entre otras. Por economía circular se entiende la implementación de modelos de producción y consumo más sostenibles, utilizando materias primas más duraderas, productos reutilizables y el uso energías renovables.La Superintendencia financiera hizo recientemente un llamado a “enverdecer” el sistema financiero colombiano, es decir, integrar asuntos ambientales en el ADN de las entidades que conforman el sistema. Existe una creciente demanda de los consumidores y nuevos intereses de los inversionistas. Adicionalmente, el concepto actual de gestión de riesgos está fuertemente asociado al cambio climático, según el más reciente informe “The World Economic Forum’s Global Risks Report 2021”. Por último, cada vez hay más políticas regulatorias en el mundo asociadas a finanzas verdes. Estos elementos son base suficiente para que la Superfinanciera creara el Grupo de Trabajo de Finanzas Sostenibles (GFS), que se encarga de que las entidades vigiladas aprovechen los instrumentos financieros innovadores con el fin de movilizar recursos hacia proyectos que contribuyan al cumplimiento de compromisos globales para combatir el cambio climático, la desigualdad y la pobreza. La economía verde empieza a expandirse en Latinoamérica, y Colombia no es la excepción.
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