Solo estamos formando el 7 por ciento del talento TI que el mercado demanda
El chileno Raúl Vargas, Gerente de Gobierno Corporativo en Kibernum, nos ofrece un panorama sincero y profundo del mercado laboral tecnológico latinoamericano, lo que está ocurriendo con los programadores y las oportunidades que la región se ha perdido.
Kibernum, compañía fundada en Chile, es en la actualidad una de las empresas que participa en el creciente mercado de talento TI latinoamericano, un negocio en auge que facilita a los programadores, ingenieros y desarrolladores de software de nuestros países encontrar empleo bien pagado en empresas globales. Y están ocurriendo cosas muy interesantes, como el hecho de que Colombia solo produce el 7 por ciento del talento TI que el mercado necesita; y que hay tal demanda de profesionales tecnológicos, que éstos pueden darse el lujo de rechazar ofertas de trabajo cuando no se ajustan a sus hábitos de laborar completamente desde casa, por ejemplo.
Raúl Vargas señala los puntos débiles de Latinoamérica en la formación de talento TI: programas de formación express de dudosa calidad, y escasa visión de futuro de nuestros países, que siempre quieren subirse al tren de las revoluciones industriales cuando el tren ya va muy lejos.
En Latinoamérica se discute si nuestros países deben formar talento para que trabaje en empresas internacionales, o enfocar la formación de talento en el desarrollo de empresas nacionales. Eso último podría impactar mejor nuestra economía. ¿Qué piensas?
RAÚL VARGAS: Creo que hay una nueva oportunidad. El talento es la parte más fuerte de la inversión en tecnología, y dejando un poco afuera la Inteligencia Artificial, donde hay mucho avance y em donde Google y Microsoft, por ejemplo, ya están muy avanzados, en el campo del desarrollo de software y otras tecnologías está un poquito más pareja la cancha. Y tenemos un problema: ya no podemos retroceder el tiempo (eso es un problema mundial) y no supimos mostrarles a las generaciones más antiguas lo importante que iba a ser la industria TI ni la disrupción que provocaría la tecnología.
Ahora todos los negocios están montados sobre plataformas tecnológicas. No podría existir el retail hoy sin un sitio web. Es imposible imaginarse la banca sin una plataforma tecnológica. La salud está migrando a poco a plataformas tecnológicas porque tampoco quiere tener a toda la gente hacinada en sus clínicas. Y esta disrupción hizo que se generara una brecha gigante de talento.
¿Qué tan grande es esa brecha?
RAÚL VARGAS: Solamente en Sudamérica es aproximadamente del 47 por ciento la brecha que existe entre talento y demanda. Para reducir esa brecha hay que formar más talento, pero estamos produciendo solo el 7 por ciento del talento que necesitamos anualmente. Entonces, la diferencia que hay es siete veces lo que producimos de talento versus lo que se está consumiendo. Y la peor noticia es que esa brecha se está ampliando. Cada vez es mayor la demanda de profesionales TI.
¿Los programas de formación de programadores y talento TI, tan de moda por estos días, son de buena calidad?
RAÚL VARGAS: Hay iniciativas como los Bootcamps, que buscan transformar profesionales de otras áreas al mundo a TI con programas express, programas intensivos, que prometen que en 2 o 3 meses puede tener ya el nivel de un desarrollador junior. Pero ahí tenemos el gran problema de que las empresas están en medio de esta vorágine de la digitalización y tienen que terminar rápido sus proyectos, y este talento junior, sin experiencia, no encaja.
Un desafío es cómo la empresa se compromete también a encajar todo este talento que está saliendo. Si le dedicamos tiempo y hacemos programas que realmente puedan elevar el nivel de estos chicos, podremos tener más talento o más carne en la mesa, como lo llamo yo. Y la otra iniciativa que también hay que tomar es que, al igual que en todos los mercados, está quedando gente caduca, gente que queda fuera del mercado porque ya las tecnologías cambiaron, las formas de programar cambiaron. Y esa gente, que tiene mucho valor porque posee en su cabeza la lógica de cómo funcionan los procesos, quedan fuera del mercado laboral. Tenemos dos brechas; una es la gente que formamos, pero no les damos la primera etapa de práctica, y la brecha del final del ciclo, que son las personas que salen del mercado porque no pudieron actualizarse a los nuevos lenguajes o nuevas tecnologías.
¿Qué opinas acerca de la creación de industria nacional, aprovechando el talento TI que tenemos en la región?
RAÚL VARGAS: Ayer vi un reportaje en donde nos decían que del café que se toma en Starbucks, el 95 por ciento del valor se lo llevan las áreas de marketing, las áreas de investigación y todo lo que tiene que ver con procesos por fuera de la producción del grano. Y la producción solamente se lleva un 5 por ciento del valor total. Entonces, pienso que el dilema es cómo también nosotros avanzamos para estar en esos centros que agregan más valor, traerlos a Sudamérica y hacer el ciclo completo de generación de valor.
El problema es el timing; por ejemplo, con la inteligencia artificial. Yo entiendo que a veces es difícil competir con gente que tiene más capacidad financiera para invertir en esto, pero en general es un tema solamente de visión. No creo que la Inteligencia Artificial hace diez o quince años haya estado tan avanzado que no hayamos podido nosotros invertir en redes, en entrenar talento y también producir software y herramientas de IA. Y hoy lo que estamos haciendo en Latinoamérica es de nuevo estar a la cola de los avances. Estamos pensando en cómo nos subimos a ese tren cuando ya el tren parece que va lejos.
¿Hay lugar para los oficios no tecnológicos en este nuevo mundo digital? ¿Qué pasará con los profesionales de las ciencias sociales y otros campos no TI?
RAÚL VARGAS: Hay dos caminos. Todo se está transformando en plataforma, y te voy a contar un caso interesante. Es el caso de una chica que estudió biología marina, y su pasión era cuidar la fauna marina que hay en el mundo. Entonces, hay dos caminos, o te conviertes en la activista Greta Thunberg y vas por el mundo dando charlas, o como lo pensó esta chica bióloga marina, creas una plataforma tecnológica que ofrezca medición y monitoreo, y que te ayude a gestionar el gran volumen de datos acerca de lo que está ocurriendo en los mares. En dicha plataforma que ella creó monitorean la temperatura del agua, qué especies están en peligro, en qué parte del océano hay más contaminación. Si te das cuenta, eso te puede ayudar a gestionar mucho mejor tu propósito final, que es proteger la fauna marina. Es lo mismo que hizo Netflix cuando nació, en lugar de rentar cintas, disponibilizó las películas a todo el mundo a través de tecnología. Si tú empiezas a pensar así, puedes conectarte en cualquier parte con el mundo tecnológico, que no es solamente desarrollar software, sino que tiene que ver más con la forma de pensar los problemas y aprovechar las oportunidades que la tecnología ofrece.
¿De qué manera la Inteligencia Artificial está transformando la contratación de talento TI?
RAÚL VARGAS: Tenemos dos iniciativas; una es ponerles esteroides a los desarrolladores mediante la IA, facilitándoles aplicativos de Inteligencia Artificial que le ayudan a desarrollar código, a documentar, etc. Un buen desarrollador junior, la mayor parte del tiempo necesita a alguien más senior que lo oriente y ayude a resolver problemas, y la IA puede hacer eso, brindar esa asesoría al desarrollador junior, para destrabar el código, y le ayuda a lograr un desempeño más aproximado a un senior, Y, por otro lado, en cuanto al reclutamiento, lo que estamos haciendo es realizar un levantamiento de perfil y después conectarlo con los currículos, y que la IA nos recomiende cuál es el perfil que más se aproxima al requerimiento del mercado. Adicionalmente, con IA podemos recomendar capacitaciones para que estos perfiles puedan aproximarse a lo que requiere el cliente. Es decir, le decimos al profesional que si tomas estos tres o cuatro cursos que están en la plataforma, puedes alcanzar el nivel requerido por el cliente que está contratando personal. Y eso se hace en cuestión de minutos.
Datos de Kibernum indican que el teletrabajo es tan importante hoy que muchas personas prefieren rechazar un empleo si les toca ir a la oficina. ¿Cómo es eso?
RAÚL VARGAS: En nuestra oferta para el talento mensualmente abrimos alrededor de cien cupos para puestos de trabajo en proyectos informáticos en Sudamérica. Mi equipo va midiendo todo el talento que nos rechaza aquella oferta, ya sea por renta o por la cantidad de trabajo necesario en cada proyecto. Y una de las causas, te diría que más de 20 por ciento del rechazo, se debe a la modalidad. Es gente que no está disponible para trabajar de manera presencial.
Y me he dado cuenta de que basta con flexibilizar ese factor presencial y ya el talento acepta la oferta y la encuentra mucho más atractiva. Entonces, el teletrabajo ya pasó de ser un plus y ahora es el estándar, es el trend. Hay mucha gente que no está disponible para trabajar presencial, y la que está disponible generalmente te la canjea por mucha más renta. O sea, tienes que pagarle más. En el fondo, tienes que bonificarle el esfuerzo que está haciendo por movilizarse desde su hogar hacia el lugar de trabajo. Eso es interesante porque antiguamente las personas no rechazaban empleos por razones como esta.
Eso revela que los profesionales TI tienen mucho éxito en el mercado laboral. ¿Cómo está comportándose la contratación de talento en la región?
RAÚL VARGAS: En TI está pasando un fenómeno bien relevante: han llegado nuevos jugadores. Me refiero a las empresas de Norteamérica, que se dieron cuenta que el horario latinoamericano les conviene. En Norteamérica hicieron algunos pilotos de trabajo remoto con personal en la India y otras regiones del sudeste asiático, pero les jugó muy en contra el cambio de horario, porque perdían un poco el control de los proyectos debido a esto. La gente de la India estaba trabajando de noche y ellos estaban de día. Ahí tuvieron como el primer choque cultural y no funcionó. Pero entendieron que las dos o una hora que tenemos de desfase en Sudamérica con ellos, no afectan sus proyectos.
Desde Estados Unidos han venido a mirar mucho talento sudamericano, en Colombia, Perú, Chile, Argentina y Uruguay. Hay mucha gente que está trabajando para proyectos norteamericanos y europeos, de empresas españolas, francesas e italianas, que también están buscando talento para sus proyectos informáticos. Pagan en dólares y los trabajadores no tienen que moverse de sus casas. Lo que tenemos que hacer como empresa es adaptarnos a ese estándar y no tratar de forzar a que el talento acepte ofertas presenciales.
Parecía que, tras la pandemia, todos querían regresar a las oficinas y a la vida presencial, pero no este segmento de trabajadores de las tecnologías.
RAÚL VARGAS: Se ha regresado mucho a la presencialidad en otros campos. Volvieron masivamente las compras físicas en los supermercados y en las tiendas. Pero en el sector TI el trabajo remoto es el preferido. He visto también que en perfiles de marketing y en la medicina se consolidó el componente remoto. Pero te diría que el fuerte está en el sector de TI, en donde para las personas que trabajan en proyectos de informática no es relevante el lugar donde se encuentre y creo que el gran desafío es cómo creamos cultura remota.
Porque sí, yo tengo que reconocer que para iniciativas de team building o trabajo en equipo, todavía la presencialidad es relevante. El estar cara a cara, el poder abrazarse, tocarse, produce un efecto que todavía no logramos reemplazarlo a través de esta modalidad remota. Pero el desafío, es cómo generamos ese team building de manera remota. Si logramos crear cultura remota, se abren muchas más opciones de contratar talento en cualquier parte del mundo.
Aparecieron herramientas, o ya existían, para facilitar el trabajo en equipo remoto, con esas tarjetitas virtuales y tableros compartidos, pero parece que no tuvieron suficiente éxito. ¿Por qué?
RAÚL VARGAS: Tiene que ver con la cultura de los equipos humanos. Herramientas como Twilio o Miró son muy utilizadas en el mundo las metodologías ágiles para desarrollo de software y otros proyectos. Creo que los que se han quedado un poco más atrás son los equipos que tienen trabajo más tradicional de gestión, como los equipos de administración, que usualmente tienen la pantalla enfrente y siguen tomando notas en su teléfono, o incluso algunos más atrevidos siguen tomando notas en su libreta. Pero estas herramientas funcionan. Yo lo atribuyo a un factor más cultural. En 2019 era prácticamente imposible lograr que las personas utilizaran Teams, pero llegó la pandemia y nos adaptamos.
Publicado originalmente en Inteligencia Artificial Colombia, en agosto de 2023.
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