¿Puede la IA volvernos mejores en matemáticas?

Los estudiantes acuden a la inteligencia artificial para mejorar su desempeño escolar; el paso siguiente es que los docentes aprovechen el poder de la tecnología para mejorar el aprendizaje.

Para los jóvenes colombianos en edad escolar las matemáticas son un terrible dolor de cabeza. En las pruebas PISA nuestros estudiantes obtienen los peores puntajes, razón por la que estamos todavía muy atrás en los rankings de calidad educativa internacional. Los resultados publicados el año pasado de las pruebas PISA indican que el 71 por ciento de los estudiantes colombianos no alcanzó las competencias básicas esperadas en matemáticas. Y eso para no hablar de las competencias en ciencias y en comprensión lectora, que también son deprimentes.

El gráfico deja ver la gran diferencia en el desempeño de nuestros estudiantes colombianos (línea azul) en relación con el promedio de los países OCDE (línea amarilla), en las pruebas de matemáticas.

 

El auge de la inteligencia artificial generativa ha provocado una enorme y variada gama de usos de esta tecnología, y la enseñanza de las matemáticas parece ser uno de los más populares. De hecho, estaría predefiniendo las estrategias didácticas y las prácticas pedagógicas en el campo de las matemáticas, según concluye la reciente investigación de Luis Eduardo Estrada, de la Universidad Nacional de Colombia (El impacto de la inteligencia artificial en la enseñanza de las matemáticas en la educación básica secundaria: una revisión crítica. 2024).

Un ingrediente que explica el creciente uso de IA en la enseñanza de esta materia es la capacidad de la inteligencia artificial para identificar y adaptarse a las necesidades de aprendizaje individuales. Hay sistemas basados en algoritmos, que ofrecen tutoría inteligente y aprendizaje adaptativo. Y aun sin este tipo de plataformas complejas, cualquier estudiante puede pedirle a la IA de su preferencia que le explique de manera sencilla y con ejercicios claros, los temas que más le cuestan en el colegio.

Luzia es una plataforma de inteligencia artificial generativa que corre sobre WhatsApp, y es ampliamente utilizada por públicos estudiantiles. La empresa española propietaria del producto informa que solo en Colombia, Luzia cuenta con seis millones de usuarios. En un reporte de los usos de Luzia entre los jóvenes colombianos, encontramos que el 62 por ciento de los usuarios habituales han formulado consultas en el campo de las matemáticas. “Luzia aporta el poder de la Inteligencia Artificial a través de un sistema conversacional de libre acceso para todos los estudiantes, sin importar en qué grado se encuentren, al proporcionarles tanto la solución a los problemas, como las explicaciones que les ayudarán a comprender su solución”, dijo Alvaro Higes, CEO de Luzia.

Se puede utilizar las plataformas de inteligencia artificial generativa de propósito general, Como ChatGPT, Gemini o Luzia, y también las especializadas en el campo matemático, como Photomath, Socratic o Microsoft Math Solver.

Los expertos suelen citar, entre los beneficios más claros de la IA en el aprendizaje de las matemáticas, los siguientes:

Enseñanza personalizada. La IA es capaz de ajustarse al nivel de comprensión matemática de cada estudiante y puede ofrecer didácticos ejercicios según el tipo de debilidades de aprendizaje particulares. Los docentes, en cambio, se ven forzados a estandarizar el promedio de una clase y el nivel de personalización está limitado por las condiciones de trabajo.

Mejora las habilidades de razonamiento lógico, puesto que los ejercicios de aritmética, geometría o cálculo que pueden realizarse con apoyo de herramientas de IA contribuyen a comprender los enunciados de los problemas.

Entrena habilidades cognitivas generales, como la memoria y la atención.

Contribuye a una educación más autónoma, en la que el estudiante toma iniciativas y enfrenta por sí mismo sus propias debilidades en el aprendizaje de conceptos matemáticos. Puede trabajar a su ritmo y enfocado en sus necesidades.

Todo esto ocurrirá solo si hay un proceso formal de incorporación de las herramientas tecnológicas en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Es decir, si los maestros son capaces de utilizar la IA para enriquecer su didáctica y si los estudiantes adquieren una cultura de uso responsable de la tecnología. Cuando los jóvenes se quedan en la vieja práctica de “copiar y pegar”, el potencial de la tecnología es tirado por la borda.

Hay barreras. Una de ellas es la débil preparación de los docentes para utilizar la IA como herramienta de enseñanza. En buena medida, los estudiantes marchan más rápido que sus profesores. Los jóvenes no han mostrado duda alguna sobre el poder de la IA para la educación, en tanto que a las instituciones educativas tradicionalmente les cuesta adaptarse a las culturas digitales de las nuevas generaciones.

«

»

¿Qué piensas?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *