El bitcoin pide pista
Con una valorización superior al mil por ciento en menos de un año, la más emblemática de las criptomonedas causa sensación en el mundo financiero.
Si Warren Buffet y Bill Gates juntaran sus fortunas, que combinadas suman cerca de 173.000 millones de dólares, no les alcanzaría para comprar todos los bitcoins que circulan en el mundo. La masa total de bitcoins tiene un valor superior a los 224.000 millones de dólares, más que el PIB de Nueva Zelanda, de Perú o de Qatar, y más de lo que vale Coca Cola, para citar unos ejemplos. Hace un año exactamente, un bitcoin se cotizaba en 900 dólares y al cierre de esta edición alcanzó los 13.464 dólares. Una verdadera explosión que para algunos significa una burbuja peligrosa y para otros la llegada a la adolescencia de la más emblemática de las criptomonedas.
La primera transacción famosa con bitcoins tuvo lugar el 22 de mayo de 2010, cuando esta moneda era apenas un juego de ingenieros y geeks aficionados al software libre. Laszlo Hanyecz pagó diez mil bitcoins por un par de pizzas extra grandes. Esos diez mil bitcoins equivalían entonces a 40 dólares y la histórica transacción se realizó en uno de los primeros foros de bitcoin en Internet. Con diez mil bitcoins en la actualidad se pueden comprar dos las dos pizzas extra grandes y además fichar a James, a Falcao y a Cuadrado. La razón del boom se encuentra en el creciente interés de inversionistas importantes en el negocio de las criptomonedas. En febrero pasado un rumor de que la SEC (la agencia que regula los mercados financieros en Estado Unidos) autorizaría transacciones con bitcoins, dio inicio a la escalada. El rumor resultó falso, pero el valor de la moneda se duplicó en cuestión de semanas y no ha cesado de hacerlo desde entonces. La semana pasada se confirmó que la bolsa de Chicago permitirá transacciones a futuro con esta moneda, lo que aumentó la confianza. Muchos inversionistas que estaban a la expectativa se animaron a sumarse a los incipientes mercados de bitcoins y las cifras comenzaron a volverse significativas. Se cree que asuntos tecnológicos ocurridos este año contribuyeron a aumentar la confianza en el bitcoin, como algunos cambios introducidos en el software – porque el bitcoin es básicamente un programa de computador – realizadospor la comunidad de desarrolladores que trabajan bajo el modelo de Software Libre, los cuales mejoraron la eficiencia de la tecnología de bloques, conocida como blockchain, que está detrás del funcionamiento del sistema.
Las criptomonedas son plataformas de software que generan monedas de un modo diferente a la manera tradicional de acuñarlas, respaldarlas en oro y controlarlas por un banco central de un país cualquiera. El bitcoin es una moneda virtual, creada por un programa de uso público y transparente, al margen de los bancos y de las autoridades monetarias. El sistema funciona como un libro de contabilidad abierto y a la vista de todos los usuarios, en donde cada transacción con bitcoins queda registrada dentro de un bloque, que podría por analogía compararse con una hoja dentro de un archivo Excel. Cada 10 minutos se genera un bloque de información con todas las ultimas transacciones, como si en Excel cada 10 minutos se generase una hoja nueva, que se envía a todos los usuarios, y así se van sumando miles de hojas al archivo. Es imposible que sea modificado por un tercero porque todos están sincronizados con el mismo archivo. Cualquier ciudadano puede descargar el archivo completo, que tiene muchos gigas, o puede consultar los bloques en línea, en el sitio blockchain.info, de tal modo que no hay posibilidad de fraude y el sistema ofrece un envidiable nivel de seguridad. A tal punto que la tecnología blockchain es materia de interés de la banca y de muchas industrias que desean adoptarla para mejorar la confiabilidad de sus operaciones.
Y en esto parece radicar el éxito del bitcoin: en la confianza que genera el sistema. Pero tiene un ingrediente adicional que la hace atractiva: los costos de las transacciones son muy bajos en comparación con los costos en el sector financiero, y el bitcoin es mucho más eficiente, por ejemplo, que el sistema Swift mediante el cual los bancos comunican sus transacciones internacionales. Una transferencia en bitcoins de un país a otro, toma 3 o 4 segundos.
Desde luego, el sector financiero ha saltado en numerosas ocasiones en contra de las criptomonedas, bien sea porque están fuera de su control y de su negocio, o porque efectivamente son escenario de riesgo muy alto. Al Nobel Joseph Stiglitz le preocupa el uso que podrían estar haciendo las mafias para el lavado de activos, y el también Nobel Jean Tirole cree que se trata de una burbuja y que si llegara a carecer de confianza, esta moneda virtual perdería todo valor repentinamente.
El codirector del Banco de la República, Gerardo Hernández, quien ha estudiado a fondo el tema, indicó que las criptomonedas representan un riesgo muy alto, que están siendo utilizadas para esquemas piramidales y que no tienen validez en el país como medio de pago, aunque, desde luego, aclaró que el uso del bitcoin no es una operación ilegal. Hernández reconoce que las innovaciones tecnológicas desafían al sistema financiero tradicional y que las criptomonedas presentan ventajas potenciales por sus bajos costos, pero le preocupa la volatilidad de su valor. Señala también las posibles implicaciones regulatorias que podrían derivarse, como los gravámenes a la riqueza acumulada mediante criptomonedas, el control del lavado de activos y la protección al consumidor.
Pocos países han respaldado oficialmente el bitcoin. Japón es el que mayor adopción registra, mientras que China, que lo apoyó durante algún tiempo, retiró su respaldo hace poco.
La semana pasada fue noticia el anuncio del presidente Nicolás Maduro, acerca de la creación de una criptomoneda venezolana, que sería bautizada como “Petro”. El anuncio causó discusiones sobre su posible impacto. Gerardo Hernández cree que no afectará a nuestro país en modo alguno, dada la pequeña balanza comercial actual. Y el experto en criptomonedasy reconocido promotor del bitcoin en Venezuela, John Villar, quien ha estado cercano al proceso de diseño del Petro, cree que el anuncio de Maduro fue precipitado y que es ambiguo el hecho de que pretenda crear una criptomoneda respaldada en petróleo, puesto que el principio de las criptomonedas es precisamente carecer de respaldos en bienes, que pueden ser objeto de manipulación de información, y basarse exclusivamente en la confianza que otorgan las tecnologías de encriptación y seguridad. Para Villar, quien es una de las cabezas visibles del fenómeno bitcoin en Venezuela, lo idea sería que el país promueva una política pública en favor de las criptomonedas en lugar de crear una nueva. “Criptomonedas respaldadas por commodities no sirven; no hay manera de casar el mundo digital con el mundo real, sin que la corrupción en medio afecte a ambos”.
Carlos Mesa, director de la Fundación Bitcoin Colombia, cree que el valor del bitcoin continuará aumentando, empujado por la confianza de inversionistas cada vez más importantes que se acercan a las plataformas transaccionales especializadas.
Ya hay hasta cajeros automáticos, para consignar bitcoins y retirar dinero en moneda local. La compañía Athena planea instalar 20 de estos en Colombia en enero próximo. Su funcionamiento es simple. El usuario interactúa como con cualquier otro cajero, pero solo en bitcoins. Puede comprarlos o venderlos y retirar inmediatamente el dinero en pesos colombianos. El usuario necesita una billetera virtual, esencial en cualquier operación con bitcoins, la cual puede crear allí mismo en el cajero o utilizar una que ya tenga, y que no es otra cosa que una app que se descarga en el teléfono móvil.
Burbuja o no, por ahora el bitcoin no da muestras de fatiga y su valor sigue aumentando. Rodolfo Andragnes, director de Bitcoin Argentina, dice estar “cien por ciento seguro de que seguirá creciendo, porque se basa en la confianza, y eso solo lo puede otorgar la tecnología”.
Publicado originalmente en revista SEMANA, edición 1858, diciembre de 2017
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