¿Cómo hará este gigante de Internet para evitar que su plataforma sea utilizada para torcer los resultados electorales en Estados Unidos?

Se acercan elecciones en Estados Unidos, y Google no quiere pasar al paredón, como Facebook, por permitir la influencia rusa, la manipulación de votantes o el negocio sucio con los datos de sus usuarios, entre otras estrategias con las que fuerzas políticas aprovechan las plataformas tecnológicas masivas para influir en los resultados electorales.

El viernes pasado, el vicepresidente senior de Google, Kent Walker, divulgó las medidas que la empresa adoptó: cada anunciante político deberá verificar que es residente permanente o ciudadano norteamericano. Para anunciarse en Google, un anunciante político deberá recibir una identificación emitida por el gobierno, pero además Google realizará sus propias verificaciones (que no reveló todavía).

También anunció que Google emitirá informe de transparencia, en lo suqe se detallrá quié comproo anuncios en Google y cuánto dinero inviritó en dichas campañas, entre otras medidas. “Nos hemos asociado con la Alianza Nacional de Seguridad Cibernética y el Proyecto de Democracia Digital en el Centro Belfer en la Escuela Kennedy de Harvard para financiar programas de capacitación de seguridad para funcionarios electos, campañas y miembros del personal. También estamos apoyando el “Disinfo Lab” en el Centro Shorenstein de la Kennedy School, que empleará a periodistas para aprovechar las herramientas computacionales para monitorear la desinformación en el periodo previo y durante las elecciones”, dijo Walker.