Tras la crisis provocada por la pandemia, la robotización industrial dio un nuevo salto histórico.

Los robots de verdad, los que están transformando la economía mundial, no se parecen ni al temible Terminator ni al tierno Wall-E. En lugar de hacer cosas malas y locas, ayudan en silencio, sin descanso y sin protestar, en plantas de producción automotriz, en minería y en los puertos marítimos más grandes, descargando mercancías.

Hay al menos 3.014.879 robots industriales operando a esta hora, la mayoría de ellos concentrados en un puñado de países en los que la automatización es una de las estrategias claves de productividad y crecimiento. Brazos robóticos que ensamblan autos en una planta de Mazda en Japón, o levantan y almacenan cuidadosamente quesos de 80 kilos en la quesería Leupolz Emmental en Alemania. Los hay también que producen pruebas rápidas de coronavirus en la industria farmacéutica alemana Senova, y los que imprimen bloques de hormigón para la constructora belga Besix.

el 76 por ciento de las instalaciones de robots ocurren en cinco países: China, Japón, Estados Unidos, República de Corea y Alemania. Solo en China hay más robots que en toda Europa y América.El  World Robotics 2021, el más relevante informe anual sobre los robots industriales (producido por la Federación Internacional de Robótica, IFR) indica que los principales clientes de robots son la industria electrónica, con 29 por ciento de las instalaciones de robots (+ 6 por ciento), que superó el año pasado por primera vez a la industria automotriz, que posee el 21 por ciento de las instalaciones (- 6 por ciento). Les siguen las industrias de metalurgia y maquinaria, con el 11 por ciento; plásticos y productos químicos, con 5 por ciento; y alimentación y bebidas, con 3 por ciento.

El reporte 2022 será entregado oficialmente en octubre próximo, pero ya se publicaron algunos adelantos. Asia continúa como el principal mercado para robots industriales. El 73 por ciento de todas las instalaciones, en donde China lidera la robotización, seguida de Corea y Japón.

Europa es el segundo mayor mercado robótico, con Alemania a la cabeza de la automatización, gracias a las 22.302 unidades en operación. En estados Unidos se instalaron el año pasado 33.800 unidades.

Es importante señalar que el 76 por ciento de las instalaciones de robots ocurren en cinco países: China, Japón, Estados Unidos, República de Corea y Alemania. Solo en China hay más robots que en toda Europa y América. La instalación de robots en la industria latinoamericana es limitada, con Brasil como el país líder en esta materia, con 1.595 unidades. En Colombia hay aproximadamente 500 robots industriales en operación actualmente.

Habrá más robots en los próximos años

La crisis ocasionada por Covid-19 desaceleró la demanda de robots, especialmente en la semiparalizada industria automotriz. La escasez de chips y los problemas de la cadena global de suministro afectaron al sector, pero los expertos de la IFR creen que en el largo plazo las perspectivas son optimistas. “Debido a la tendencia actual hacia la automatización y la continua innovación tecnológica, la demanda alcanzó niveles altos en todas las industrias. En 2021, incluso se superó el récord anterior a la pandemia de 422.000 instalaciones por año en 2018”, dijo Milton Guerry, anterior presidente de la Federación Internacional de Robótica (IFR). Marina Bill, ejecutiva de la firma ABB y recién elegida nueva presidenta de IFR, sostiene que “la creciente importancia de una sociedad neutra en carbono y la transición a vehículos eléctricos presenta importantes oportunidades para la industria“. El año pasado se instalaron 486.800 nuevas unidades, un aumento del 27 por ciento en comparación con el año 2020, y Bill estima que hacia 2024 se superará la cifra de 500.000 unidades instaladas en un año.

El uso de robots juega un papel importante para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible establecidos por las Naciones Unidas. La Federación Internacional de Robótica identificó 13 ODS, donde los robots ayudan a crear un planeta mejor. “La automatización inteligente reduce los costos de producción: esto ayuda a que la tecnología de baterías logre un gran avance en la movilidad eléctrica, por ejemplo, o en la producción de celdas de combustible para energía de hidrógeno como alternativa a la energía fósil. Al mismo tiempo, la tecnología de producción altamente eficiente reduce las emisiones de CO2”, afirmó recientemente Susanne Bieller, Secretaria General de la IFR.

Publicado originalmente en Inteligencia Artificial Colombia, en diciembre de 2022.