Trump recula y quiere que ZTE regrese
El presidente que gobierna según su estado de ánimo, quiere enmendar un error en la guerra comercial que declaró a China.
Parecía difícil creer que el país que determina la dirección del capitalismo mundial, llegase a ser gobernado de acuerdo con los arrebatos de un ricachón ególatra y caprichoso, en lugar de directrices estratégicas diseñadas en los secretos cuarteles de la Casa Blanca, el Pentágono y Wall Street. Pero así funciona, por lo visto. Si un canal de televisión se mofa de Trump, este ordena mediante un trino acalorado alguna invasión, o amenaza con desestabilizar el planeta mediante una guerra nuclear. Tal como en una escena de Star Wars, para, días después, dar reversa a la estrambótica decisión y ajustarse a las estrategias diseñadas en los secretos cuarteles de la Casa Blanca, el Pentágono y Wall Street, que es desde donde realmente se gerencian la política y la economía mundiales, y no desde Twitter.
La semana pasada se supo que Donald Trump quiere solucionar el tremendo cogeculo que armó con China, cuando prohibió la venta de teléfonos ZTE en Estados Unidos (en donde esta marca ocupa el cuarto lugar en ventas). Los argumentos de Trump para vetar a ciertas compañías tecnológicas chinas van desde el supuesto espionaje electrónico que el país asiático realiza a través de los prodcutos de estas empresas, hasta el desempleo norteamericano provocado por la industria china y la piratería de patentes, entre otros argumentos. Huawei, el tercer mayor fabricante de teléfonos del mundo, también fue acusada y vetada en las compras públicas del Estado. En el caso particular de ZTE, el veto fue impuesto como sanción a los chinos por vender productos a Irán y Corea del Norte el año pasado. La sanción incluía una multa de 890 millones de dólares (que ZTE pagó) y el despido de varios empleados que hicieron negocios con los iraquíes y los norcoreanos. ZTE se negó a esto último, lo que le costó el veto.
De la guerra comercial que Trump declaró a China se habló bastante en los medios. Pues bien, ahora Trump se comprometió con el presidente chino Xi Jinping, a “encontrar la manera de volver a los negocios, rápido”. Y no tuvo problema en anunciarlo mediante su canal favorito: un trino en Twitter, que queda en el mismo historial de trinos en donde anunció exactamente lo contrario hace poco. Así gobierna Donald Trump a la economía más importante del planeta.
El veto a ZTE en el mercado público sería casi fatal para la empresa china, que tiene allí una parte importante de sus ingresos. No se ha levantado la guerra comercial contra China, sino solamente el caso puntual de ZTE, pero la prensa norteamericana ha filtrado conversaciones entre las dos partes para un arreglo, que, obviamente, es la única salida posible para Estados Unidos, por encima de los acostumbrados arrebatos de Trump al desayuno.
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